Juntos gritaremos LIBERTAD

Suma y sigue en la censura de la información, en este caso la música. Hoy día 4 de Octubre de 2011, nos hemos encontrado en los medios de la red con una noticia impactante y reflexiva. La libertad de expresión una vez más se ve reducida hasta el punto de restringir la libertad de un cantante que reivindica no solo su opinión de esta sociedad putrefacta, sino su propia ideología.

Cuando lees que se acusa a una persona de "apología del terrorismo" siendo consciente de que mediante las letras de sus canciones se declaran verdades a voces que el pueblo conoce y reclama, mediante la demanda de sus canciones, encuentras una situación de completo abuso hacía la libertad. Esta acusación no es más que un pretexto para callar una boca que habla de más de cara al escaparate de "borregos" que podrían reflexionar y por lo tanto actuar mediante la crítica. Como siempre cualquier portavoz de la verdadera clase obrera, excluyendo totalmente como todos sabéis al PSOE, se ve censurado en algún momento de su vida. Desde el ambiente capitalista, que reina este país sumido en la miseria de la globalización, se mira con recelo cualquier voz cantante nunca mejor dicho que suponga un riesgo de contagio de ideas, revolucionarias, aunque yo personalmente utilizaría el término realista.

El susodicho cantante, Pablo Hasél, se considera partidario del comunismo lo cual no significa lo mismo que terrorismo, aunque algunos se empeñen en nombrar ambas palabras como sinónimos. La defensa del republicanismo, el anarquismo y el comunismo entra dentro de la concepción de sociedad e ideologías que tiene él personalmente. Al igual que unos votan al PP y otros al PSOE está se debería respetar como se respetará que el PP gane las eleciones el próximo noviembre.

Sin embargo, nadie ha pensado en acusar de apología del terrorismo a los defensores de la Falange española, ni a los grupos fascistas, ni a la extrema derecha violenta creada por los equipos de fútbol. Pero sí a un poeta del pueblo, no comparable en talento con los grandes Federico García Lorca o Miguel Hernández, sin embargo sí en osadía y rebelión ante la criba de información que recibimos al igual que en 1936, por ejemplo.

A estas alturas del asunto sabemos hacía donde se inclina la balanza en cuanto a lo justo e injusto. Por lo que seguramente se le busquen tres pies al gato a partir de una frase o canción.

Termino con unas preguntas, ¿Sí acusan a un rapero de apología del terrorismo, como podemos considerar a los banqueros y a los políticos? Porque yo directamente los considero unos TERRORISTAS A TODOS, que han sumido a un país en el paro laboral de sus jóvenes y en la incertidumbre de sus mayores. ¿Alguien ha pensado que hay muchos tipos de terrorismo? Yo opino que la fangosa situación española se ha producido bajo la responsabilidad de los ya citados, pero a esos no se les considera terroristas. Ahora bien, jamás será un cantante un terrorista solo por escribir letras reivindicativas y sobre todo reales. Nadie se acuerda de las canciones de Víctor Jara o de Silvio Rodríguez, no hace falta irnos tan lejos, ¿ya habéis olvidado a Jarcha?

Tras esta crítica tendré que tener cuidado quizás a alguien se le ocurra que yo pueda ser también terrorista por decir francamente lo que opino y lo que quiero expresar. Mientras tanto seré una boca más que siga gritando alto y claro LIBERTAD.

María García

Libertad_gg