jueves, 20 de octubre de 2011

Conferencia no, ejemplo de periodismo real.




El pasado lunes 17 de Octubre tuve la suerte de presenciar en directo una conferencia que clamó al público que allí estaba, además encendió la llama de la lucidez y del periodismo real. El Ateneo de Málaga, que ese mismo día se inaguraba, nos brindó una oportunidad y acercamiento a “un periodista determinante en la historia de España”, como citó el también periodista Antonio Hernández Rodicio, se refería en pocas palabras al conocido Iñaki Gabilondo.


Frente a los espectadores, en la mesa presidencial se encontraba Diego Rodríguez Vargas, presidente del Ateneo, Antonio Hernández Rodicio, director de informativos de la cadena SER, y como invitado especial Iñaki Gabilondo, centrando la mesa. Tras situar en contexto institucional el acto e informar de las próximas novedades en cuanto al programa que se llevará a acabo en el lugar, se continua con la positiva presentación que realiza A. H. Rodicio. Lo nombra como un periodista concernido con lo que sucede a su alrededor; dice que tras su puesto en CNN+ está trabajando más que nunca. Además, recuerda las múltiples manipulaciones y vejaciones que han afectado tanto a sus declaraciones como a su persona. No cabe la menor duda de la admiración que Gabilondo causa en sus compañeros.


Tras esto comenzó la esperada y aglomerada conferencia de tan aclamado profesional. Todos los temas que abordó fueron de interés actual, recientes y conflictivos en cuanto a las opiniones que se podrían generar. Pudimos escuhar su opinión, sobre la política española, economía, sociedad y sobre todo periodismo, la situación actual de este y su verdadera finalidad.


Comienza dejando claro que vivimos en un momento de gran confusión, caracterizado por la falta de perspectiva. Citó el momento que nos está tocando vivir como “ Tiempos de tormenta perfecta ” y aclaró que no todos estamos preparados para vivirlo, hay un gran factor que nos genera el miedo a ser descubiertos como impostores. El futuro se mirá con recelo, sin predecir demasiados aspectos positivos y con un pesimismo muy directo, de hecho dijo “Los pesimistas también se equivocan” para hacer saber que quizás las cosas vienen distintas a como él las prevee. Encauzando el futuro, trata el sistema que nos mueve. Ante la pregunta: ¿Crisis del sistema o crisis dentro del sistema? Deja totalmente claro que el sistema capitalista tiene en su seno la confusión y recalca varias veces que el modelo no es sostenible pues el crecimiento perpetuo es imposible, lo compara con el sistema piramidal de Madoff, osea con una gran estafa. Con preocupación destaca la conflictividad social que se esta generando en la sociedad y sorprende a los allí presentes comunicando que el se siente un indignado más, aunque solo se vea ante la galería la punta del iceberg.


En cuanto al ámbito político hace duras acusaciones, pero deja un ápice de ayuda y la necesidad de cambios. Opina que la política no es impotente a los mercados, que cabe la acción de los políticos, pero estos no saben como llevar la situación. Además, considera que los partidos políticos son cuerpos cerrados con actitud militar, a su juicio están oxidados, cita que deberían darse cuenta que se quedaron en el siglo XIX. A pesar de esto, llama a la sociedad a hacer cuerpo común con la política, a trabajar juntos. Tanto la democracia como los partidos políticos tienen que cambiar, dice para terminar este tema.


Habla de lo que mejor sabe, de periodismo por supuesto. En cuanto a los medios declara que los avances tecnológicos están acabando con los soportes tradicionales. Se necesita más que nunca que se establezcan canales de verosimilitud. Respecto al modelo periodístico esclarece que será sustituido, pero que los periodistas van a ser más imprescindibles que nunca. Desde su veterana profesionalidad aconseja a los nuevos talentos en este campo que hagan gimnasia de lucidez y a la sociedad que sepan exigir a los periodistas sus responsabilidades. Es característico que diga con tanta claridad que desde hace 20 años en las jornadas de periodismo que se hacen no se habla de periodismo, sino de tecnologías, y aclara con seriedad que los periodistas somos administradores de un bien colectivo y que sobre todo tenemos un compromiso de lealtad.


Con frases como la materia del periodista es lo común, nos muestra la verdadera misión del buen periodismo, del real. Pero en la actualidad lo común no le importa a nadie, está en crisis porque no se tiene conciencia de ello. Y plantea preguntas tan interesantes como esta, ¿Cómo nos reencontramos con los ciudadanos? Acercándonos a la gente, responde. A los periodistas les tiene que importar la gente; sin embargo, la gente ha desaparecido de la política y de los medios de comunicación. Hay que volver al hombre, a la mujer, al niño está a mi juicio ahí, el periodismo solo tiene sentido ahí. Es la radio la que menos ha perdido la temperatura al hombre, pero en general el hecho humano se está perdiendo.


La cercana conferencia finaliza estableciendo que se necesitan ciudadanos implicados en la aventura colectiva que nos toca vivir. Y por último, se dirige a las nuevas potencias periodísticas que se están engendrando con palabras como “A estás alturas de mi vida digo a los periodistas, habéis elegido bien, pero se os va a exigir más que nunca”.



María García, redacción
Libertad_gg
Fotografías de Valen Ramos Bedoya

2 comentarios:

  1. Gran periodista Iñaki Gabilondo, y muy bien redactado por tu parte me ha gustado y encima has conseguido un autógrafo.

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