lunes, 31 de octubre de 2011

Estimado recuerdo local



Sí algunos hemos disfrutado de un largo y maravilloso o tortuoso puente, ha sido debido a la festividad del Día de Todos los Santos, celebrado el 1 de Noviembre. Actualmente, en España el significado de los días que se nos brindan libres se está olvidando. Los factores son diversos, desde la nueva moda de ver mal conservar la cultura de un lugar, por parte de los "nuevos progres", que a la mínima te acusan dedo en alto de fascista por defender tu cultura, tus raíces. O por otro lado a las costumbres extranjeras, que se expanden cada vez más veloces por las mentes de los jóvenes. Y no es que se crítique solo las consecuencias de la globalización, que también, sino la falta de capacidad para recordar el rito ancestral de un pueblo, la pérdida de consciencia cultural.

La amplia historia que posee nuestro país se ha reflejado en sus habitantes hasta hace no muchos años, día a día vamos forjando un nuevo mundo, global, en el que las fronteras se difuminan cada vez más. Este hecho algunos lo verán positivo, pensarán que las culturas se unificaran en paz y concordia, que todos seremos más libres y más sabios. Otros más pesimistas como yo, se hacen demasiadas preguntas retóricas, pues llevamos mucho tiempo sabiendo que las respuestas no llegarán. Casualmente dentro de la total globalidad recibimos tan solo una escasa parte de ella. Con esto me refiero a que es una y solo una la cultura que nos invade más que nos nutre. El gran gigante americano llega pisando fuerte allá a donde va, y al pisar arrasa como el viejo Othar, pues adoptando el puesto del caballo de Atila, por donde pisa no vuelve a crecer ni la hierba ni nuestras ancestrales costumbres.



Es curioso ver a niños disfrazados sin ser carnaval, pidiendo caramelos y tirandoles huevos a quién ni acepta ni traiciona su historia.  La herencia británica que recibieron los americanos, burda réplica de las costumbres de otro país, se instala cual okupas en España. No es extraño, desde luego. Sin embargo, podemos catalogar de unitaria porción global esta nueva "costumbre" aquí, pues por el contrario nadie ve como las tradiciones Mexicanas o Japonesas hallan llegado. Dejo en el aire una pregunta, ¿Estamos dispuestos a perder nuestros rasgos culturales, nuestra identidad local, nuestra historia por sumarnos a la lista de quién se americaniza más rápidamente? Hay queda.

Como romanos que somos durante muchos años continuamos con las laudationes fúnebres (alabanzas fúnebres) y representamos dramas funerarios como "Don Juan Tenorio" en iglesias, cementerios o plazas. Esta noche, por lo general, don Juan quedará insepulto, sin embargo, tendremos el gusto o disgusto de recibir pequeñas mentes inconscientes acosandonos por unos cuantos caramelos o jóvenes, dueños del  futuro del país, disfrazados y borrachos sin saber siquiera porque lo están. Celebrando algo ajeno y olvidando el respeto y dignidad de llevar flores a los que ya no están, a los ausentes.

María García
Libertad_gg

1 comentario:

  1. A mí no me parece mal adoptar la costumbre americana mientras no perdamos la nuestra el día de los Santos. El problema sería que olvidásemos la nuestra.
    Sí estoy de acuerdo con la opinión que has dado de la globalidad. Si aplicamos el término globalidad en su totalidad, nuestra tradición de ir a visitar a nuestros seres queridos que tristemente perdimos en su día también debería hacerse en América, como aquí hacemos con Halloween.
    En días como hoy se ve la potencia de la americanización.

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