jueves, 24 de noviembre de 2011

"La mayoría del mundo vive en una crisis permanente que consiste en saber si va a comer"


 


El pasado día 10 de noviembre, el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Comunicación contó con la presencia de la corresponsal Rosa M.ª Calaf como periodista de honor. En la inauguración del seminario, “La mirada de las mujeres en la Sociedad de la Información: el tratamiento informativo de la violencia de género”, trataron estos temas desde diferentes posiciones. Al acto asistió un gran número de jóvenes periodistas.

La ponencia de la prestigiosa periodista Rosa M.ª Calaf fue sin duda el momento más emocionante de la tarde. La conferencia titulada “Las mujeres en el mundo: iguales en la desigualdad”, reunió las claves básicas para acabar con esta situación de desamparo femenino a nivel mundial. Tras un largo listado de premios y galardones se encuentra una corresponsal de las que recorren lugares primero en coche, luego a pie y acompañada de un buen cámara. Tras su experiencia por más de 170 países, acercó a los oyentes sus vivencias y la situación de desigualdad que viven las mujeres del mundo, concretamente en países emergentes de Asia como: China, India o Japón.
Destaca que en la evolución hacia el progreso, el sexo femenino continúa cargando con la vara de mando masculina mientras la férrea bota sigue aplastando cuellos. Nombró que en Japón hay una nueva tendencia de las mujeres que consiste en no casarse, como reivindicación para poder desarrollarse profesionalmente al mismo nivel que el hombre. Escabroso fue conocer que en Camboya es tradición la violación de niñas de cinco años, ya que creen que da buena suerte en la vida. Reivindicó el sacrificio de la activista camboyana Somaly Mam por su lucha en favor de los derechos humanos. “En Asia hoy en día faltan 90 millones de mujeres, que han sido asesinadas antes de nacer, simplemente porque no interesaba que nacieran”, afirma Calaf con gesto duro y claro. “Que un periodista no cuente todas las barbaries que pasan en esos países es como volver a agredirlas”, apunta que el profesional siempre debe ser la voz de los callados, de los reprimidos. “Los periodistas nos encontramos día a día contra los estereotipos y los silencios”. No hay que dejarse atrapar con pretextos como la religión o la cultura para justificar la pérdida de los derechos humanos. “El látigo contra las mujeres es el látigo contra los pueblos”, dijo utilizando la sabiduría popular, los pueblos sufren las consecuencias que generan las desigualdades y el sufrimiento del sexo femenino.
 
 
Los presentes tuvieron la suerte de poder realizar preguntas. Una de las preguntas que se formularon fue: ¿Ha pasado miedo alguna vez ejerciendo su profesión? Responde: “Miedo se pasa muchísimas veces, que el peligro está en el día a día”. Sin embargo afirma con claridad profesional: “Si te matan es un gaje del oficio, vas porque quieres y te marchas cuando quieres. Así que mérito ninguno”.
 
 
El camino de la mujer es mucho más pedregoso que el del hombre, eso es indudable. Sin embargo se producen cambios, aunque lentamente y con mucho esfuerzo; gracias a las aportaciones de personas como esta periodista que demuestra la posibilidad de crear un mundo un poco más justo e igualitario. Tomar su ejemplo no es más que reafirmar que la mujer es capaz de igualar e incluso superar al hombre. Siendo positivos, esperaremos que tarde o temprano deje de ser una utopía para ser una realidad.

María García
Libertad_gg

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