lunes, 9 de enero de 2012

Un millón y 18 más


Uno más de otros tantos y de los que aun faltan por llegar. Uno un poco más especial. Hace tanto que contamos los días que faltaban por llegar, incluso mínutos y horas, y aunque tu ya no te acuerdes el tiempo ha pasado, más o menos deprisa, pero pasó. Aquellos que me prestabas se me van acumulando y los que tu ya no querías se incrementan. Hoy somos más viejos y mañana nadie sabe que seremos, si promesas incumplidas seguirán marchitas o retomaremos aquella huida. Siempre otra, pero siempre tuya. Siempre aquella niña que tuvo algo que ya no tiene, inocencia a raudales. Siempre cayendo y levantando un alma en movimiento, puro cambio, dinamita que fue y es, y tal vez, será.

Por un mañana que nunca llegó, una Lisboa que nos lleva esperando siglos y una llave que cierra desde dentro.

Hasta luego una vez más.

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